El lenguaje arquitectónico y decorativo denominado neogótico expresó muy bien el los países de raigambre sajona y germánica -especialmente en Inglaterra y Alemania - el ansia desimónica de sentirse al margen de la herencia grecolatina predominante en lo neoclásico, más propio de Italia y Francia. En Costa Rica la tendencia neogótica tuvo un particular florecimiento por la influencia de sus arzobispos Bernardo Augusto Thiel (1880-1901) y Juan Gaspar Stork (1904-1920), de origen alemán aparte de los curas docentes del Seminario Mayor de igual origen. Se dio sobre todo a finales del siglo XIX y principios del XX y se manifestó tanto en la arquitectura eclesial como en la funeraria.
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La Merced en 1908 |
El templo original de Nuestra Señora de las Mercedes, de raíz colonial, fue muy dañado por el terremoto de 1888, por lo que se decidio trasladarlo a la actual ubicación en tiempos de monseñor Thiel, hacia 1900. El nuevo diseño fue encargado al ingeniero costarricense Lesmes Jiménez Bonnefil, quien educado en Bélgica y muy influenciado por la corriente neogótica, eligió para el templo la apariencia que lo caracteriza.